Conocemos los hechos: Alex Raymond pidió prestado un auto para probarlo en una tarde lluviosa.
En una curva presionó el acelerador a fondo, perdió el control y salió volando, impactando y perdiendo la vida. Sin embargo, su copiloto fue hallado prácticamente ileso a un lado del auto.
¿Cómo esto se conecta con la muerte de la escritora de “Lo que el viento se llevó“? ¿Es verdad que Alex Raymond predijo su muerte en las páginas de RIP Kirby? ¿Qué tiene que ver todo esto con la magia negra?
Dave Sim, el famoso e infame creador de Cerebus tiene una teoría y esto se explica en The Strange Death of Alex Raymond .
ARRACANDO MOTORES
Todo empezó hace años cuando Dave Sim se encontró esta historia tratando de emular el estilo hiper realista de Alex Raymond dentro de las páginas de una revista de modas. Ahí encontró mientras estudiaba, algunos indicios de que Alex Raymond había dejado pistas sobre su muerte en las páginas de sus historietas.
Lo que al inicio era unas páginas poco más que informativas sobre las herramientas y proceso de trabajo del autor, se convertiría en un cómic que nos contaría la historia y genealogía del hiperrealismo en los cómics así como una estela de muerte y destrucción que involucra a escritores de cómics con líderes de culto como Alister Crowley.
Esto llevaría a Dave Sim al pico de su capacidad narrativa, cambiando de su estilo cartoon hasta poder emular con precisión a nombres como Caniff, Raymond y Foster, entre otros.
Así pues, con un storytelling envidiable y mientras extiende infinitamente el segundo en el que Alex Raymond volaba dentro del Corvette de Stan Drake, recorre la rivalidad entre los grandes padres de los cómics, las trampas y técnicas que usaban para entintar y te entrega pruebas sobre que su teoría de magia negra dentro de los cómics es verdadera.
LA METAFÍSICA DE LOS CÓMICS
Hablemos entonces sobre los puntos fuertes de The Strange Dead of Alex Raymond
Destaca muchísimo en dos aspectos: El “Storytelling” y el “Lettering“, ambos aspectos a los que el creador de Cerebus nos tiene muy acostumbrados, pero que no deja de sorprender, sobre todo cuando se contrasta con el grueso de los cómics.
La forma en la que agranda, copia, recrea y acomoda el trabajo de las tiras cómicas explicando detalles sobre el arte, la trama e incluso momentos de vida de los artistas es impecable. La facilidad con la que Dave estira la caída eterna del auto en el accidente o cómo analiza fotos mostrando su verdadero significado para los personajes, es impresionante y su composición de cada página impecable.
Digerir tanta información para el lector podría ser una tarea muy ardua, pero el lettering es ese aceite que permite todo fluir incluso en las página más caóticas y es sólo uno de esos detalles que permiten al lector comprender el nivel de cuidado y detalle que los autores han mantenido en esta edición.
Las últimas páginas, terminadas por Carlson Grubaugh, relata con profunda curiosidad, el declive de la capacidad para dibujar de Dave Sim y el extraño desinterés que este muestra en terminar la obra maestra a la que le dedicó 10 años de su vida, así como sus preocupaciones reales en haber decidido darle una conclusión a esta obra maestra.
Podríamos decir que un tercio fue hecho totalmente por Dave Sim, un tercio en colaboración con Carson Grubaugh y un tercio sólo por Carson tomando como guía las notas de Dave, terminando así de juntar el tomo.
Si bien se agradece que Carson haya logrado finalizar de forma satisfactoria el cómic, también se lamenta que Dave no haya participado al final. Aunque bastante bien hecho, se nota el vacío se deja tanto en trama como en Storytelling, por lo que el lector no puede más que respetar que estas últimas páginas sean breves.
LA EDICIÓN
La edición cumple con creces el cuidado que esta historia merecía. Es sublime esta portada de justo el momento antes del impacto de Raymond con el naranja que nos muestra el peligro inminente sobre ese cyan de las pruebas de dibujo que estan por matar al artista. Supera por mucho a la anterior que Dave había escogido originalmente.
El papel y la impresión es otro gran punto a favor. En una historia cuyo eje conductor son las diferentes técnicas que los artistas usaban para destacar sus obras, se necesitaba un cuidado muy especial al imprimir correctamente esas diferencias. El papel mate y los negros solidos hacen que comprarla entre sus pastas gruesas valga cada centavo y que sea imposible de recrear esta experiencia en digital.
¿RIUS Y FROM HELL EN LA MUERTE DE ALEX RAYMOND?
En comparaciones, hay dos artistas que me han venido a la mente mientras pasaba sus páginas.
El primero, Eddie Campbell. Con su apéndice de From Hell, donde junto con Alan Moore explica cómo llegaron al fino arte de cazar gaviotas, mostrando el proceso detrás de hacer una narrativa gráfica. En mi opinión, este apéndice es justo lo mejor de From Hell y por esto no es una casualidad que Campbell sea quien escribe la introducción del tomo.
El segundo seguramente los sorprenderá, es RIUS.
El gran historietista mexicano cuya forma de explicar en cómic los temas más variados y complejos, se valía de un gran número de técnicas, incluyendo el collage, la figura del narrador explicando detalles y el “lettering”, que si bien, es lo más criticable en los cómics de RIUS, hay que reconocer que siempre supo cómo variarlo para querer seguir leyendo.
The Strange Death of Alex Raymond, con mucho tacto, podríamos decir que es una especie de mezcla entre la técnica de Eddie Campbell y el collage dinámico de RIUS contando la historia detrás de la muerte de Alex Raymond.
PAGANDO COSTOS
Pero como bien explican, meterse con cosas de magia metafísica en los cómics no es posible sin pagar un alto costo por ello. Dave Sim después de lograr emular la capacidad gráfica de Alex Raymond, pierde la habilidad de dibujar y con ello, la motivación para terminar esta novela. En mi opinión, es la prueba más grande de que la metafísica de los cómics es verdadera.
La edición en sí misma no queda exenta de esta maldición, y un error de impresión, termina en algunas copias que se distribuyen con páginas parcialmente blancas. Carson Grubaugh reflexiona sobre esto y se muestra consternado por saber cuál precio tendrá que pagar por terminar la historia.
La extraña muerte de Alex Raymond, es un cómic único. Una conjunción de investigación, historia, storytelling, arte, técnica y lettering llevado a los límites que la narrativa gráfica nos permite.
Por esto, no me sorprendió saber que está nominado a un premio Eisner. Y espero que lo gane, porque da igual si la teoría metafísica de los cómics propuesta en sus viñetas es o no real.
La realidad es que la obsesión fue lo que mató a Alex Raymond, lo que destruyó el brazo de Dave Sim, lo que impulsa a Carson Grubaugh a editarlo y al lector a disfrutar cada una de sus páginas.
Páginas en las que Alex Raymond junto con Stan Drake, estarán volando en su Corvette eternamente.
The Strange Death of Alex Raymond | Opinión | La Covacha
